¿Qué es el crecimiento espiritual?


 
¿Alguna vez se ha preguntado qué es el crecimiento espiritual? Como creyentes, es posible que hayamos escuchado a personas mencionar el crecimiento espiritual o cristiano. Pero ¿qué es el crecimiento cristiano?

El crecimiento es un tema tremendo en la Biblia. Pero en esta entrada, veremos algunos versículos claves en el Nuevo Testamento para obtener una visión general del crecimiento que Dios desea ver en nosotros los creyentes.


¿Qué es el crecimiento?

Tanto el insecto más pequeño como una enorme ballena crecen y se desarrollan según su especie. ¿Cómo es eso posible? Ambos tienen vida. No importa lo hermosa que sea una roca, no tiene vida y no puede crecer. El crecimiento sólo ocurre en las cosas que tienen vida.

Y según la Biblia, el crecimiento de los creyentes en Cristo también es completamente un asunto del crecimiento de la vida. Pero ¿qué significa esto?


Crecer en la vida divina

Para responder a estas preguntas, debemos darnos cuenta de lo que sucedió cuando primero nos arrepentimos y creímos en Jesucristo. Fuimos perdonados de nuestros pecados y salvados del juicio eterno. Pero eso no es todo. Algo monumental tuvo lugar dentro de nosotros: nacimos de nuevo del Espíritu de Dios en nuestro espíritu, la parte más profunda de nuestro ser. Este nacimiento trajo la vida misma de Dios en nosotros.

Juan 1:12-13 dice:

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio autoridad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios”.

Ya que fuimos engendrados de Dios con Su vida, fuimos hechos hijos de Dios. ¡Qué maravilloso es esto! Pero no deberíamos permanecer como niños. La vida de Dios en nosotros debe crecer y aumentar. Éste es el verdadero crecimiento espiritual.

Nuestro querido Padre Dios desea ver crecer a todos Sus hijos por el aumento de Su vida en nosotros. Necesitamos crecer día a día, año tras año, hasta alcanzar la madurez. Así es como se cumple Su gran plan para nosotros.


El crecimiento espiritual según la Biblia

El apóstol Pablo abordó la necesidad de que los creyentes crezcan en la vida divina en varios lugares en sus epístolas. De hecho, la vida que recibimos cuando nacimos de nuevo es una Persona maravillosa, Jesucristo. Así que Pablo habló del crecimiento como el aumento de Cristo en nosotros. Por ejemplo, en Gálatas 4:19, Pablo escribió:

“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros”.

Pablo había viajado por Galacia en uno de sus viajes de predicación del evangelio. Como resultado de su labor, algunos allí creyeron en el Señor Jesús y nacieron de nuevo. Más adelante, escribió esta epístola a los Gálatas. En este versículo, Pablo indica que nacer de nuevo fue sólo el comienzo. Él continuó laborando para que Cristo aumentara y creciera dentro de ellos.

La nota 4 sobre este versículo en el Nuevo Testamento Versión Recobro explica:

“Cuando por primera vez Pablo predicó el evangelio a los gálatas y ellos fueron regenerados por medio de su predicación, Cristo nació en ellos pero no había sido plenamente formado en ellos. Aquí el apóstol volvía a sufrir dolores de parto para que Cristo fuese formado en ellos. Que Cristo sea formado en nosotros significa que Él ha crecido en nosotros hasta alcanzar plena madurez. Primero, Cristo nació en nosotros cuando nos arrepentimos y creímos en Él, luego Él vive en nosotros en nuestra vida cristiana (2:20), y, finalmente, será formado en nosotros en nuestra madurez. Es necesario que Cristo sea formado en nosotros para que seamos hijos mayores de edad y herederos de la bendición prometida por Dios, y para que seamos maduros en la filiación divina”.

Esta nota nos ayuda a ver que no deberíamos estar conformes con que Cristo haya nacido en nosotros. Necesitamos experimentar a Cristo viviendo en nosotros diariamente hasta que Cristo sea formado plenamente en nosotros, es decir, que haya crecido en nosotros hasta alcanzar plena madurez. A medida que Cristo crece en nosotros, lo expresamos a través de nuestro vivir en lugar de expresarnos a nosotros mismos.

Todos tenemos que admitir que Cristo aún no ha sido formado completamente en nosotros. Nuestros pensamientos y puntos de vista muchas veces siguen siendo nuestros, no los de Cristo. Nuestros sentimientos hacia las personas, nuestros deseos y nuestras reacciones todavía no son en su mayoría de Cristo. Y demasiados de nuestros objetivos, intenciones y decisiones son nuestros. Como resultado, la forma en que vivimos en nuestra vida diaria está muy lejos de expresar a Cristo a los demás.

Así que Cristo necesita aumentar, es decir, crecer, en todas estas áreas de nuestro ser para que Él pueda ser formado completamente en nosotros. El aumento de Cristo en nosotros es el crecimiento que Dios quiere ver.


El crecimiento requiere alimentación

¿Cómo puede Cristo crecer en nosotros? La alimentación es una necesidad para que cualquier forma de vida crezca.

Por ejemplo, la necesidad principal de un bebé es la alimentación. Casi inmediatamente después de nacer, un bebé comienza a comer. Al ser alimentado, crece un poco cada día. Y a medida que el niño crece, nunca se “gradúa” de comer.

El apóstol Pedro conecta el alimento espiritual y el crecimiento espiritual en 1 Pedro 2:2:

“Desead, como niños recién nacidos, la leche de la palabra dada sin engaño, para que por ella crezcáis para salvación”.

La Palabra de Dios no es sólo para nuestro conocimiento. En realidad, el pensamiento de Pedro aquí es que la Palabra es leche nutritiva para que la bebamos y así podamos crecer.

Por supuesto, deberíamos conocer e incluso estudiar la Palabra de Dios, pero nuestra mayor necesidad es ser nutridos con la Palabra. Todos los días necesitamos anhelar y alimentarnos de la leche de la Palabra, para que podamos crecer hasta que Cristo sea formado plenamente en nosotros.

La nota 4 sobre crezcáis en la Versión Recobro explica esto concisamente:

“Crecer es un asunto de vida y en vida. Recibimos la vida divina por medio de la regeneración, y necesitamos crecer en esta vida y con esta vida al ser nutridos con la leche que se transmite en la palabra de Dios”.

Así como los alimentos que comemos edifican nuestros cuerpos, la leche espiritual de la Palabra nos hará crecer en la vida divina.


Crecer día a día

Ver que la vida de Dios en nosotros debe aumentar nos ayuda a darnos cuenta de la importancia de tomarnos el tiempo para alimentarnos de la Palabra de Dios como nuestro alimento espiritual.

Una buena manera de comenzar nuestro día es comer un sustancioso desayuno espiritual. También podemos alimentarnos de la leche de la Palabra durante nuestra hora de almuerzo y por la noche, antes de irnos a la cama. Ser alimentado regularmente nos fortalece para vivir una vida cristiana saludable y le da al Señor una manera de crecer en nosotros.

Por supuesto, muchos otros factores también afectan nuestro crecimiento espiritual. Pero ser nutridos por la Palabra de Dios es absolutamente crucial. Así que, vengamos a la Biblia diariamente para alimentarnos de la leche de la Palabra. Si usted vive en España, puede pedir una copia gratuita del Nuevo Testamento Versión Recobro aquí.


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