¿Puede usted perder su salvación?

¿Alguna vez se ha preguntado si puede perder su salvación? ¿O si puede dejar de ser salvo si hace algo malo o si peca?

Es sumamente importante que nosotros los creyentes estemos claros sobre ciertos asuntos fundamentales. Uno de ellos es tener la certeza de que somos salvos cuando creemos en Cristo. Otro asunto fundamental del cual debemos estar claros es la seguridad de nuestra salvación. ¿Cuán segura es nuestra salvación? ¿Qué la salvaguarda? ¿Acaso su seguridad depende de nosotros? ¿Podemos perder nuestra salvación?

Profundicemos en cinco puntos que hablan de la seguridad de nuestra salvación.


La certeza de la salvación: ¿Cómo sé que soy salvo?

Aunque hemos creído en el Señor Jesús y lo hemos recibido como nuestro Salvador, puede que en ocasiones nos preguntemos: “¿Cómo sé que soy salvo?”. A veces sentimos que definitivamente somos salvos, pero otras veces no estamos tan seguros. Cuando somos sacudidos de un lado al otro entre la certeza y la incertidumbre, nos resulta difícil progresar en nuestra vida cristiana.

Sin embargo, no debemos vivir con tal inseguridad. Dios nos ha provisto tres maneras claras para que nosotros tengamos la plena certeza de la salvación, las cuales veremos en esta entrada.


¿Qué sucede cuando una persona es salva?

Varias cosas maravillosas suceden cuando nos arrepentimos y recibimos al Señor Jesucristo como nuestro Salvador. Somos perdonados de todos nuestros pecados y librados de ser condenados por Dios y del castigo eterno. Como resultado, por primera vez en nuestras vidas, tenemos felicidad y paz incalculables. No podemos evitar amar al Señor Jesús quien murió por nosotros en la cruz.


Perdonados, librados y nacidos de nuevo

Ciertamente es maravilloso ser perdonado por Dios y librado del castigo eterno, pero eso no es todo. Quizás lo más asombroso que nos sucede cuando creemos en el Señor Jesús es que nacemos de nuevo, es decir, somos regenerados.

¿Qué significa la expresión nacer de nuevo?


3 pasos importantes en el plan de salvación de Dios después de la caída del hombre

Anteriormente hablamos de que el hombre fue creado por Dios para Su propio propósito, pero se convirtió en un ser caído, pecaminoso e incapaz de vivir de una manera que cumpliera el plan de DiosLas consecuencias de la caída del hombre son trágicas, y vemos su efecto en nuestras vidas y dondequiera que miremos hoy día.

Sin embargo, ¡Dios nunca puede ser derrotado! Y aunque el plan de Dios fue frustrado por un tiempo, éste nunca puede ser arruinado. En Su sabiduría, Dios tomó tres tremendos pasos para llevar a cabo Su plan original de impartir Su vida eterna en nosotros a fin de que participemos de Su vida y le expresemos.


Lo que realmente sucedió en el huerto del Edén: las consecuencias de la decisión que Adán y Eva tomaron

En una entrada anterior vimos que Dios les advirtió a Adán y Eva que no comieran del árbol del conocimiento del bien y del mal a fin de protegerlos. Ese árbol representaba a Satanás, el enemigo de Dios y la fuente de la muerte. Lamentablemente, Adán y Eva desobedecieron a Dios. Esta desobediencia era seria de por sí, pero al comer del fruto de ese árbol también fueron corrompidos con la naturaleza maligna de Satanás.

En esta entrada veremos las consecuencias de su acción, y también lo que Dios hizo y todavía está haciendo hoy día para recobrar la humanidad que Él creó para Su propósito.


¿Qué fue lo que realmente sucedió en el huerto del Edén?

La mayoría de nosotros estamos familiarizados con la historia de Adán y Eva en el huerto del Edén. La desobediencia de Adán y Eva es lo que usualmente nos llama la atención en esta historia, y esto tiene sentido. Desobedecer a Dios es un asunto serio.

Pero ¿alguna vez se ha preguntado qué tenía de malo comer el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal? ¿Cómo pudo ese hecho resultar en la caída de toda la humanidad? Y cuando Dios les dijo a Adán y Eva que no comieran de ese árbol, ¿estaba poniéndolos a prueba, sólo para ver si le obedecerían?


¿De qué trata la Biblia?

En una entrada anterior fuimos calibrados en la manera en que nos acercamos a la Biblia por medio de descubrir cuál es su esencia. En otra entrada, nuestra confianza en la Palabra de Dios fue fortalecida al ver su fuente. Ahora veremos cuál es el contenido de la Biblia y su enfoque.

La Biblia consta de dos secciones, el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento; 66 libros; y muchos capítulos. Debido a que hay tanto material, ¿en qué debemos enfocarnos cuando leemos la Biblia?


La fuente de la Biblia: ¿Dios o el hombre?

¿De dónde vino la Biblia? ¿Son las palabras de la Biblia simplemente tradición popular religiosa, escritas por personas a través de los siglos? ¿Son el producto de los pensamientos e imaginaciones de algunos hombres? ¿O es la Biblia la Palabra inspirada de Dios? ¿Escribió Dios la Biblia? ¿O fueron los hombres?

Puesto que nuestra fe está basada en este libro, es crucial que nosotros como cristianos conozcamos la fuente de la Biblia.


Cómo obtener vida al leer la Biblia

 

En una entrada anterior explicamos lo importante que es saber que la esencia de la Biblia es el Espíritu. Puesto que solamente el Espíritu es el que da vida, a fin de poder obtener vida al leer la Biblia es necesario que contactemos el Espíritu en la Palabra. A medida que recibimos la vida, seremos nutridos espiritualmente y por medio de recibir este nutrir, creceremos en Cristo. De modo que, recibir vida de la Biblia es bien crucial para nuestra vida cristiana.