Nuestro Dios es sumamente grande.
Uno sólo tiene que mirar las estrellas por la noche para ver lo maravilloso que Él es como Creador. Cuando vemos el universo físico, nos asombramos por Su grandeza y sabiduría. Sin embargo, aunque Su magnificencia nos llena de asombro, Dios a veces parece estar lejos de nuestro universo personal.
Como creyentes, sabemos que Dios es real, pero mientras estamos ocupados con nuestra vida diaria, pareciera como si Él estuviera muy lejos de nosotros, en lo alto de los cielos. A veces incluso cuando oramos, sentimos que Dios está fuera de nuestro alcance. En ocasiones es posible que hasta preguntemos: “Dios, ¿dónde estás?”.