A menudo, lo más probable es que no se nos ocurra relacionar la palabra esencia con la Biblia. No obstante, la palabra de Dios cuenta con una esencia específica. De modo que, si deseamos crecer en Cristo, es fundamental saber cual es dicha esencia.
A menudo, lo más probable es que no se nos ocurra relacionar la palabra esencia con la Biblia. No obstante, la palabra de Dios cuenta con una esencia específica. De modo que, si deseamos crecer en Cristo, es fundamental saber cual es dicha esencia.
En esta entrada hablaremos sobre una práctica que el pueblo de Dios ha realizado a través de toda la Biblia: la práctica de invocar el nombre del Señor. Veamos qué significa invocar el nombre del Señor y de qué manera somos beneficiados por esta práctica.
En una entrada anterior vimos que cuando el apóstol Pablo dijo: “Jesucristo está en vosotros”, él no hablaba metafóricamente. Él hablaba del hecho maravilloso que Cristo, quien es el Espíritu vivificante, entra en aquéllos que creen en Él. También estudiamos ocho versículos que confirman y enriquecen nuestro entendimiento de esta realidad maravillosa.
Por supuesto, que sepamos que Cristo está en nosotros no es para tener un entendimiento meramente doctrinal. Cristo vive en nosotros para ser nuestra vida. Por tanto, en esta entrada explicaremos cómo podemos experimentar que Cristo viva en nosotros de forma práctica.
Las personas, al igual que los creyentes, tienen conceptos sobre qué es la iglesia. Pero, ¿qué es la iglesia exactamente? ¿Es la iglesia un edificio donde los creyentes se reúnen los domingos para adorar? ¿Es la iglesia una organización de personas que creen en Jesucristo? Para descubrir lo que Dios piensa respecto a la iglesia, debemos acudir a la Biblia.
Aunque no podemos cubrir este asunto tan grande en una sola entrada, comenzaremos por ver qué es la iglesia según la Palabra de Dios.
¿Qué es la iglesia según la Biblia? Al leer la Biblia, un buen principio al que debemos prestar atención especial es aquel en el que por primera vez se menciona un asunto. Esto establece la base para entender dicho asunto en el resto de las Escrituras. La primera vez que se menciona la palabra iglesia en toda la Biblia es en Mateo 16.
Los términos alma y espíritu siempre son temas que ocasionan largas discusiones en la filosofía, literatura y religión. Aún los científicos se han aventurado a hacer comentarios acerca del alma. No obstante, a menudo el alma y el espíritu se consideran iguales y por lo tanto terminan por usarse de forma indistinta.
Esto nos conduce a la siguiente pregunta: “¿Existe alguna diferencia entre el alma y el espíritu? y si hay una diferencia entre ambos, ¿se considera relevante?”
Independientemente de lo que la filosofía, la literatura, la religión o lo que algunos científicos afirman, debemos preguntarnos: “¿Qué es lo que dice la Biblia al respecto?” La Biblia claramente hace referencia a ambos. Así que, ¿Qué es lo que la Palabra de Dios dice acerca de nuestra alma y espíritu? y ¿Por qué saber esto es un factor crucial en nuestro progreso espiritual y en nuestra relación con Dios?
En primera de Tesalonicenses 5:23 dice: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y vuestro espíritu y vuestra alma y vuestro cuerpo sean guardados perfectos e irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
Este versículo claramente nos dice que los seres humanos fueron creados con tres partes: espíritu, alma y cuerpo. En el idioma griego original, la conjunción “y” en “y vuestro espíritu, y vuestra alma y vuestro cuerpo” indica que los tres son distintos el uno del otro. Así como el cuerpo está separado y es distinto del alma, también el alma está separada y es distinta del espíritu, tal y como se muestra en el siguiente diagrama:
En Filipenses 4:6 se nos exige algo aparentemente imposible de llevar a cabo:
“Por nada estéis afanosos”.
Cada uno de nosotros cuenta con una lista enorme de circunstancias que conducen a estar afanosos: problemas en las relaciones, dificultades financieras, niños traviesos, presión en el trabajo o por no tener trabajo y así sucesivamente. Y, además, aparte de nuestra vida personal, pareciera que el mundo fabrica una serie de eventos a gran escala que producen más afán: incertidumbre económica, guerra, estallidos sociales, los cuales nos llegan en una cinta transportadora de cobertura informativa las veinticuatro horas del día. ¿Acaso el mandato de Dios es obsoleto o irrazonable, debido a tantas dificultades?
¿Cuál es el significado de la palabra “vida” según el Nuevo Testamento?
Por ejemplo, cuando el Señor Jesús dijo en Juan 10:10: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” ¿Qué quiso decir? ¿Acaso nos quiso decir que Él nos ayudaría a llevar una vida humana mejor o que enriquecería o mejoraría nuestra vida?
Todos alguna vez hemos escuchado a alguien decir: “Dios me ha bendecido” y usualmente lo relacionamos con el éxito, la salud, las riquezas o un trabajo. Hasta los atletas lo dicen después de haber ganado un gran partido. Todos deseamos estar bajo la bendición de Dios.
El entendimiento más común de lo que significa ser bendecidos por Dios es que recibimos cosas buenas de Él. En este sentido, podemos decir que la bendición de Dios es para todos, tanto como para creyentes como para los que no lo son. Mateo 5:45 dice que el Padre que está en los cielos hace salir Su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos.
Pero ¿acaso la bendición de Dios está solamente limitada a las cosas materiales? Aunque estas cosas están incluidas, considerar que la bendición de Dios pertenece primordialmente a las cosas materiales tiende a limitar de forma severa nuestro entendimiento de lo que Dios tiene en Su corazón para nosotros los creyentes. Así que, ¿cuál es el significado completo de ser bendecidos por Dios?
En 2 Corintios 13:5, el apóstol Pablo les hizo una pregunta a los creyentes corintios: “¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros?” Quizás nos asombremos al escuchar la frase: “Jesucristo está en vosotros” o la hayamos leído sin prestar mucha atención a lo que significa. Sin embargo, ¿qué significa esta frase? y ¿qué importancia tiene para nuestra vida cristiana hoy día?