El primer paso para entender la Biblia
La Biblia es un libro increíble lleno de sabiduría, poesía, historia y enseñanzas. Contiene profecías, figuras y símbolos misteriosos, junto con genealogías largas y leyes detalladas. Pero sobre todo, la Biblia revela quién es Cristo y el propósito eterno de Dios para la humanidad.
Como cristianos, puede que sepamos que deberíamos leer la Biblia, pero nos sintamos ansiosos al respecto. Tal vez nuestros intentos previos de entenderla nos hayan desanimado, o quizás pensemos que leer y digerir un libro tan complejo e importante es una tarea abrumadora. Pero la Biblia es la Palabra de Dios escrita para nosotros. Ciertamente Él desea que leamos y entendamos este regalo que nos ha dado. Hoy echaremos un vistazo al primer paso importante para entender la Biblia.
Leer la Biblia de principio a fin
Muchos de nosotros hemos escuchado mensajes acerca de las Escrituras, participado en estudios bíblicos y leído libros cristianos. Todas estas cosas maravillosas pueden aumentar nuestra comprensión de la Palabra de Dios, pero no pueden reemplazar el primer y más básico paso para entender la Biblia: leerla por nosotros mismos.
¿A qué nos referimos con “leerla”? ¿Deberíamos usar un devocionario para leer algunos versículos cada día? ¿Deberíamos elegir un tema y leer todas las Escrituras relacionadas con él? Mientras que estas dos maneras de relacionarnos con la Palabra de Dios tienen su lugar, primero necesitamos leer toda la Biblia de principio a fin para entenderla.
Esto puede parecer intimidante, pero ¿cuál es el primer paso para entender cualquier libro? Las clases, los grupos de discusión, las notas de estudio y los diccionarios son herramientas útiles, pero el primer paso para entender cualquier libro es leerlo por nosotros mismos. Ésta es la base sobre la cual se construye nuestro entendimiento de éste. Todo lo demás sólo enriquece nuestra lectura personal. Del mismo modo, leer la Biblia es el primer paso para entenderla.
Sentar la base para entender las Escrituras
¿Qué pasa si empezamos a leer la Biblia y no entendemos nada de lo que leemos? ¡No pasa absolutamente nada! De hecho, es bastante normal que eso ocurra. Después de todo, este libro es la Palabra de Dios; y simplemente no está diseñado para que lo comprendamos a la primera.
Necesitamos sentar la base para entender las Escrituras. Hacemos esto al leer la Biblia y descubrir sus contenidos básicos: la historia, las parábolas, las personas, las profecías, etc. De esta manera, estamos expuestos a nuevas palabras e ideas, las cuales se convierten en la base para nuestro futuro entendimiento de la Palabra de Dios.
Esto se puede comparar con la manera en la que aprendimos a leer cuando niños. No empezamos con palabras completas y mucho menos con libros completos, sino con el abecedario. Luego comenzamos a aprender a formar palabras usando esas letras y después empezamos a formar oraciones.
La primera oración que leímos podría haber sido una corta, pero el hecho de haber sido capaz de leerla y entenderla marcó el comienzo de toda una vida de lectura. De igual manera, puede que al principio lucháramos al leer la Biblia e incluso nos preguntáramos: “¿De qué me sirve leerla si no la entiendo?”. Pero éste es el primer paso crucial para iniciar una vida de disfrute en la Palabra de Dios.
Mientras leemos la Biblia capítulo por capítulo y libro por libro, sentamos la base, y con el tiempo nos familiarizamos cada vez más con su contenido. Finalmente, cuando lleguemos al final y comencemos a leerla otra vez, nos sorprenderemos de la revelación y el entendimiento que recibimos de versículos que ni siquiera notamos la primera vez. Comenzaremos a ver cómo los eventos, tipos y figuras en el Antiguo Testamento apuntan a eventos y personas que aparecen en el Nuevo Testamento, dándonos una mayor apreciación y comprensión de ambos. Versículos que sólo habíamos ojeado antes cobrarán vida; estarán llenos de rico significado y los podremos aplicar a nuestra vida personal de manera práctica. Así que, cuanto más leamos la Biblia consistentemente, más comenzaremos a entender este libro maravilloso en su totalidad.
La Biblia es un libro de vida
Una vez que hayamos emprendido la lectura de toda la Biblia, puede que todavía nos desanimemos al no poder entender ciertos pasajes o versículos, o que nos frustremos con el hecho de que toma tiempo adquirir el “abecedario” de las Escrituras. Hoy en día, estamos condicionados a esperar resultados rápidos, pero las cosas que realmente valen la pena requieren tiempo y energía.
Incluso si no entendemos cada palabra en la Biblia, especialmente cuando estamos comenzando a leerla, eso no significa que no nos estemos beneficiando en absoluto. En Juan 6:63 el Señor Jesús dijo:
“Las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida”.
La Biblia no es como cualquier otro libro; es un libro de vida. Su propósito principal no es impartir conocimiento, sino vida. Si venimos a la Biblia buscando sólo conocimiento y entendimiento, erraremos el blanco del propósito principal de Dios en darnos tan maravilloso libro.
Pero cuando venimos a la Palabra con nuestro corazón abierto al Señor, recibimos vida. Incluso cuando no entendemos lo que estamos leyendo, aún podemos recibir vida. Cuando venimos a la Palabra de Dios, podemos orar así:
“Señor Jesús, hay tantas cosas que me preocupan. Pero quiero pasar tiempo contigo en Tu Palabra ahora mismo. Te amo y quiero recibir vida de Tu Palabra. Te abro mi corazón”.
Lo más importante es seguir leyendo. Nuestra vida y fe cristianas dependen de que leamos, conozcamos y recibamos vida contenida en la Palabra de Dios. Mientras leemos día a día, nuestro entendimiento de la Palabra será más profundo y también creceremos en la vida de Dios.