Tres palabras en griego traducidas como vida en el Nuevo Testamento y cómo aplicarlas a nuestra experiencia

 

¿Cuál es el significado de la palabra “vida” según el Nuevo Testamento?

Por ejemplo, cuando el Señor Jesús dijo en Juan 10:10: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” ¿Qué quiso decir? ¿Acaso nos quiso decir que Él nos ayudaría a llevar una vida humana mejor o que enriquecería o mejoraría nuestra vida?

Si deseamos saber lo que significa la palabra “vida” en el Nuevo Testamento, es necesario acudir a esta palabra tal y como aparece en el idioma griego original. En el idioma griego original hay tres palabras distintas para la traducción de “vida” en español: bíospsujé, y zoé, y cada una de ellas tiene un significado distinto. He aquí algunos ejemplos donde se utiliza cada una de ellas:

  1. Bíos, en Lucas 8:14: “…los afanes y las riquezas y los placeres de la vida”. Esta palabra griega se refiere a la vida física de uno y es de dónde la palabra biología proviene.
  2. Psujé, en Mateo 16:25: “Porque el que quiera salvar la vida de su alma, la perderá”. La palabra griega aquí se refiere a la vida psicológica del alma, es decir, la mente, la parte emotiva y la voluntad, y es de dónde obtenemos la palabra psicología.
  3. Zoé, en Juan 1:4: “En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”. La palabra griega aquí se refiere a la vida increada, eterna, la vida divina poseída exclusivamente por Dios.

 

Todo tiene que ver con zoé

Por todas partes en la Biblia podemos encontrar la vida eterna. Desde el principio, en Génesis, la Palabra de Dios nos introduce al árbol de la vida. El árbol de la vida en el huerto de Edén representa la vida divina, increada, incorruptible, indestructible y eterna de Dios: la vida zoé. Y en el huerto, Dios le dio este árbol de vida a Adán como alimento. Esto sucedió antes de que Adán cayera y el pecado entrara. Aunque Adán estaba libre de pecado, él poseía solamente la vida humana; él no tenía la vida de Dios. La intención de Dios no era solamente que Adán estuviera libre de pecado, más aún, Dios quería que Adán, quien representaba a toda la humanidad, tuviera y compartiera la vida eterna de Dios.

El árbol de la vida se vuelve a ver al final de la Biblia en Apocalipsis 22:14: “Bienaventurados los que lavan sus vestiduras, para tener derecho al árbol de la vida”. Aquí, debido a que el hombre cayó en el pecado, podemos ver la provisión de Dios al darnos la preciosa sangre de Cristo que nos lava a fin de que podamos participar del árbol de la vida, la vida eterna, lo cual era la intención original de Dios.

El hecho de que el árbol de la vida se mencione tanto en el primero como en el último libro de la Biblia nos ayuda a ver que la vida, la vida zoé, es un tema central en la Biblia.

El deseo de Dios es que nosotros, los seres humanos, participemos de Su vida eterna. Al participar de Su vida, Él llega a ser nuestra verdadera vida y podemos expresarle por medio de nuestro vivir.

¿Por qué es importante que sepamos de la vida zoé?

Vayamos nuevamente a Juan 10:10 y reemplacemos en este versículo la palabra en español vida con zoé, la palabra original:

“Yo he venido para que tengan zoé, y para que la tengan en abundancia”.

Cuando leemos el versículo de esta manera, nos presenta claramente que Cristo vino para que tengamos la vida eterna, la vida divina de Dios. Esto es completamente distinto del pensamiento que Cristo vino para que tengamos una vida mejor.

Es necesario que tengamos la misma visión que Dios muestra en la Biblia. El Dios que creó el universo desea compartir Su vida divina con nosotros. Y al nosotros vivir por Su vida, podemos expresarle. Él nos creó específicamente para este propósito.

En nuestro nacimiento natural, nosotros los seres humanos solamente poseemos la vida del alma (psujé) y la vida física (bíos). No obstante, cuando creímos en el Señor Jesucristo, no solamente fuimos redimidos, también recibimos la vida divina (zoé) dentro de nosotros. Nacimos de nuevo con la vida de Dios. Esto nos trae de regreso a la intención original de Dios para con nosotros, la cual es que tengamos Su vida.

Dios no está interesado en que los seres humanos sean más refinados o se cultiven a sí mismos por su propia vida y su propio esfuerzo. Lo que Dios desea es que Su vida zoé aumente en nosotros, y que vivamos por Su vida zoé y que expresemos Su vida zoé. Entonces, las riquezas de Su vida se expresarán en nosotros y Él se hará manifiesto en nuestro vivir a las personas en nuestro alrededor.

Vivir por la vida zoé diariamente

Si nos damos cuenta de que el deseo de Dios está completamente relacionado con que el hombre tenga y exprese Su vida zoé, divina, eterna, no perderemos el tiempo enfocándonos en nuestra bíos o psujé, buscando un progreso espiritual allí. No nos desanimaremos cuando nos demos cuenta de que no podemos arreglarnos o mejorarnos a nosotros mismos. Nos acordaremos de que Cristo vino para que tengamos zoé en abundancia, y así nos enfocaremos en la vida eterna, zoé, en nuestro espíritu. Alimentaremos y nutriremos esta vida zoé al comer y beber a Cristo en Su Palabra, pasando tiempo con Él en oración y experimentándolo diariamente como nuestra vida. Al ocuparnos diariamente de esta vida que está en nosotros, la vida eterna aumentará y crecerá en nosotros, expresando cada vez más a Dios en nuestro vivir hoy aquí en la tierra.


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